ARGENTINA
NOVENA MENSUAL pidiendo la Glorificación del VBLE. HNO. GABRIEL TABORIN
PROVINCIA Ntra. Sra. de la Esperanza. AGOSTO 2014 (sábado 16 al domingo 24)
Queridos Hermanos y amigos
Nuevamente me pongo en comunicación con Ustedes para
informarles sobre las
intenciones de la novena. Los nombres de las personas por las que
rezaremos en el mes de AGOSTO son:
(del Escuti)
Analía Medeot, Beatriz Molnar, Martina
Triay, Laura Carolina Perlati, Camila Bustos, Agustina Bergese, Teresa
Zamorano, Andrea Susana Giubergia, Gabriel Burgol, Elba del Valle Rivero,
Susana de Pérez, Marta Gabriela Andrada, Delia Emma Sánchez, Carolina Jorja,
Daniel Marchesi, María Luisa Barbero, Jorge Cacciavillani, P. Antonio Jiménez,
Margarita Inés Beltramo, Alberto Favalesi, Juan Miguel Marsón, Mario Montoya , Santiago Pistone, Carmen Franciosi, Manfred Holzinger, María Rosa Niosi, Juan Ignacio Centeno,
Hno. Valcir Rizzardo, Geni Santín, Natalina Pagani, María Luz Torres, Jorge
Pescio y Magdalena, Candela Moyano Timmor
(de Tandil)
Ignacio di Lorenzo, Jerónimo
Delpech, José Ismael Mercado,
Juan Verellén, Celia Julia Orguilia,
Andrea Lenti, María Fernanda García, Javier Manseñido, Juan Miguel
Marmo, Sandra
Cáceres, Pilar Pagnaco, Stella Martínez, Eugenia Frigon, Federico Rebollo,
Nicolás Cía, María Luisa Paglione, Diego Drysdale, Edgardo Spina, Camila
Pedrocco, Norberto Lanza, Clarita Spanibello, Francisca Usandizaga, Francisco
Farías, Martina Cano, Cristina
Pasarelli de Rico, Karina Fuertes
(del Taborin)
Patricio Rivero, María Victoria del Milagro
Valian, Rodrigo Torres, Miguel Ángel Baez, Ricardo Félix Bustamante, Ana
Zangara, Isabella Sabaini, Liliana Beatriz Ongaro, Francisco Gabriel Nicolás,
Patricia Di Carlo, Elena Giordano, Nazareno Menceguez, María Alejandra Cajal,
Nabilda Regina Pilotta, Miriam Dabove, Alejandro Quarato, Dardo Osvaldo
Tissera, Mirna Méndez de Díaz, Alejandro Brizzio, María José Martínez Paz,
Santiago Aliaga, Guillermo Becacese, Josefina Diéguez, Cristina Romero,
Leopoldo Oliva, Sucely Terrones Vela, Olga Coseani, Carlos Nacelo,
Margarita Sabi, Jorge Abel Giubileo, Antonio Parrella, Pablo
(de Buenos Aires)
Julieta Valleta, María
Alejandra Kohutiak, Graciela de Décimo, Ezequiel
Sarubbi, Guido Sciola, José María
Leyton, Maximiliano Vommaro, Francis
Valenzuela, Reynaldo Garfinkel, Alejandro
Aielo, Antonella Borselli, Alberto Gabriel Luraschi, Raúl
Suárez, Rodrigo Suárez y Celeste Suárez
(de Santa María)
Julia Moreno, Belén Ruiz, Fernando Gabriel Yapura
(de Bell Ville)
Delfina Consuelo Gaia, Fernando Tulián,
Mariana Gabriela Betti, Ezequiel Caratozzolo, Constanza Álvarez
(de Santa Lucía, Tucumán)
Daniela Estefanía Maidana
Les pido que de obtenerse GRACIAS o FAVORES por intercesión del Vble. Hno. Gabriel Taborin, es necesario remitir la relación escrita a:
= Hno. Provincial: Nazaret 3399, Las Rosas – CC50 X 5003 DCJ – Ciudad de Córdoba.
= Hno. Mario Fierro: Ruta 40 s/n. Las Mojarras, K 4139 A T G - Santa María, Catamarca.
Por más información sobre la Causa de Beatificación del Vble. Hno. Gabriel Taborin, visitar:
En JMJ, Hno. Mario Alfredo Fierro
EL HNO.
GABRIEL Y SU VISIÓN DEL CIELO
“Nos admiraremos de cuántos peligros y de cuántas
desgracias Dios nos ha preservado frecuentemente. Veremos cómo estuvimos mil
veces al borde del abismo, que con dar un paso más hubiéramos caído en el
infierno y la mano de Dios nos detuvo y cómo si no hubiera sido así estaríamos
perdidos para siempre. ¡Oh bondad! ¡Oh ternura! ¿Qué hemos hecho nosotros para
merecer tales favores?. (Circ. N° 20).
ORACIÓN.
Llena mi corazón de ternura, por tu bondad, de aversión a mis defectos, de
celo por mi prójimo y desprecio por el mundo.
Te
pedimos, Padre,
nos
concedas, por intercesión
del
Venerable Hermano Gabriel Taborin,
la
gracia…
(Indicar
al gracia o a las gracias y las personas por las que se quiere rezar.)
Por
Jesucristo nuestro Señor.,
Amén.
PENSAMIENTOS DE LA NOVENA DEL MES DE AGOSTO DEL AÑO
2014
16/08
“No podemos vivir sin Constituciones ni Reglamentos. Muchas parroquias
nos han pedido Hermanos nuestros para la fiesta de Todos los Santos. Los
señores párrocos quieren conocer esas Constituciones y Reglamentos para saber a
qué atenerse en la dirección de los Hermanos que les mandamos. Después de haber
seguido el consejo que me dio Vuestra Excelencia de ponerme a trabajar en las
Constituciones y Reglamentos, y, conforme a la promesa que Vd. me hizo de
aprobarlas, me di prisa a trabajar en este asunto, tras haberme preparado a
ello de un modo especial, por medio de la meditación, de la oración y de una
novena que celebraremos con toda solemnidad en nuestra casa, con el fin de no
establecer ni ordenar nada contrario a la voluntad del Señor y para convencerme
yo a mí mismo de que siempre había obrado en este asunto como su tuviera que
morir al acabar su redacción”. (Carta del Hno. Gabriel a Mons. Devie – 1836)
17/08
“En consecuencia, mi intención, al fundar la Congregación de los
Hermanos de la Sagrada Familia, no ha sido nunca la de buscar prestigio
personal ni tampoco la de hacer destacar mi persona en mi obra. Harto
persuadido estoy de mi condición de siervo inútil. Al redactar nuestras
Constituciones y Reglamentos, he querido, e primer lugar, enviar a Su
Excelencia las Reglas, bajo las cuales, espero vivir y morir con la ayuda de
Dios, Reglas que yo he redactado con la mejor intención, de cara a quienes en
el futuro vayan a colaborar en mis trabajos, ciertamente duros pero honrados”. (Carta
del Hno. Gabriel a Mons. Devie – 1836)
18/08
“Puede ser, Monseñor, que haya sido temeridad de mi parte ponerme a dar
Reglas a quienes quieran seguir los consejos evangélicos. Cierto que para
escribir Reglas de esta naturalezas tendría uno que estar dotado de la
ponderación de los más ancianos, de las luces de los más prudentes y de la
prudencia de los más entendidos. Lo que me da una cierta seguridad es haberle
obedecido a Vd., al ponerme a escribirlas, y haber hecho, según lo creo, lo que
me ha dictado, al respecto, el Espíritu Santo, ya que jamás he oído leer ni he
leído personalmente ninguna de esas Constituciones ni imitado el estilo de
nadie. Todo es obra mía. He querido trabajar por mí mismo y espero que si hay
algo de imperfección en mis Constituciones, alguien con mejor estilo que el mío
pueda corregir los errores que, por inadvertencia o ignorancia, se me hayan
podido deslizar”. (Carta del Hno.
Gabriel a Mons. Devie – 1836)
19/08
“Corrija, pues, Excelencia, por favor, lo que haya de imperfecto en las
Constituciones que tengo el honor de presentarle con alegría, para que Vd. las
apruebe. Le pido que acepte ser el Superior General de nuestra Orden o
Congregación, como lo señalan nuestras Constituciones, ya que ha sido Vd. su
fundador. Espero que, a cambio, el Cielo le otorgará la recompensa; añadirá Vd.
otro motivo más, merecedor de nuestra viva y sincera gratitud; encontrará Vd.
en nosotros a unos hijos sin más voluntad que la de Vuestra Excelencia. Esperando
lo cual, solicitamos de rodillas su bendición. – Reciba Vd., etc.” (Carta del
Hno. Gabriel a Mons. Devie – 1836)
20/08
“En realidad de verdad, nada hay en nuestra profesión que pueda resultar
atrayente, según los criterios del mundo ni bajo el punto de vista del interés
personal: no esperamos hacer fortuna ni conseguir prestigio; nuestra vida va a
transcurrir en medio de un trabajo monótono; cosecharemos como recompensa la
crítica o la ingratitud; tendremos que obedecer continuamente, sin poseer cosa
alguna, muertos a los propios gustos y decisiones; lo nuestro es vivir en medio
del mundo sin participar en sus placeres; sacrificaremos libertad, juventud,
talentos, salud, incluso la vida misma para poder servir a los demás. En fin,
nos agotaremos, entregándonos por aquellos mismos que se aprovecharán de estos
sacrificios, sin apenas valorarlos y trabajaremos por los hombres, sin esperar
recompensa alguna de este mundo”. (Guía
de los H.S.F. – Carta Introductoria, 1839)
21/08
“Pero, queridos Hermanos, nos proponemos algo mucho más hermoso; la
gloria de Dios, la salvación de las almas y nuestra propia santificación,
odiando el pecado y enseñando a odiarlo, amando a Dios y procurando que se le
ame allí donde nos manden nuestros superiores, ganándonos de este modo el
inapreciable tesoro de la eterna felicidad. Animo, Hermanos, porque, si es
cierto que cuesta un poco vivir siendo buenos Hermanos de la Sagrada Familia,
será tremendamente consolador como predestinados”. (Guía de los H.S.F. – Carta Introductoria, 1839)
22/08
“En nuestro Instituto quedan prohibidos para siempre los castigos
corporales, como la vara, el látigo, la palmeta y mucho más todavía los golpes,
las bofetadas, etc. Que sean los padres los que utilicen esos medios; Vds.
tienen que saber que un hábil jinete debe manejar a un caballo espantadizo y
rebelde, más con caricias y mano blanda y halagadora, sin necesidad de usar el
látigo ni las espuelas; ¿ por qué, pues, hemos de tratar a los hombres con más
dureza que a las bestias? Además, Vds. llevan el nombre de Hermanos y esto
tiene que obligarles a ser amables con todo el mundo, pero especialmente con
los niños”. (Guía de los H.S.F., 1839)
23/08
“No discriminen Vds. a las personas. Amen a todos por igual, a no ser
que haya quienes destaquen por sus buenas acciones y su obediencia. Profesen a
todos un gran amor, gobernándolos con idénticas medidas de disciplina, conforme
a sus méritos, sabiendo compaginar la severidad del maestro con el afecto de un
padre indulgente. Procuren reprender con suavidad a los desordenados e
inquietos. Exhorten a progresar más y más en la virtud a los pacíficos,
tranquilos y obedientes. En cuanto a los descuidados, perezosos y altaneros,
corríjanlos ásperamente, recordándose de la caída de Helí.” (Guía de los
H.S.F., 1839)
24/08
“Aunque el Superior ocupe con respecto a Vds. el lugar de Dios, no por
eso es un ángel, sino un hombre que, como Vds. es pecador y se encuentra
sometido a todas las miserias de la vida. Si delante de Vds. cayera en alguna
debilidad, no vayan contándolo por ahí, ya que cometerían una falta grave; por
el contrario, sepan ocultar esos errores bajo el manto de la caridad; sepan
perdonarlos, del mismo modo que él también sabe excusar y perdonar los que,
quizá, Vds. cometan cada día. Pidan por ellos y nunca olviden que tienen la
responsabilidad de sus almas y que, a lo mejor, son Vds. quienes con su propia
irregularidad y mala conducta, aumentan sus penas y disgustos.” (Guía de los
H.S.F., 1839)